Vitamina D

Vitamina D

Nosotras encontramos fascinante a la Vitamina D y cómo no maravillarse con un micronutriente que se sintetiza con tan solo exponer nuestra piel a los rayos UVB? Inicialmente fue considerada una vitamina, pero hoy se cataloga como Hormona, la que luego de ser sintetizada por la piel expuesta a los rayos UVB, se metaboliza en el hígado y en el riñón, hasta alcanzar su forma activa 1,25-dihidroxivitamina D, donde finalmente es utilizada a nivel celular para cumplir diferentes funciones en el organismo.  Es importante mencionar que el déficit de esta vitamina no es una enfermedad en sí, pero tiene efectos adversos que podrían intervenir en la existencia de algunas enfermedades (depresión, artrosis, osteoporosis, problemas cardiovasculares, debilidad muscular, entre otras).

FUNCIONES DE LA VITAMINA D

Existen diversos procesos biológicos en los que está involucrada la vitamina D, los principales son:

  • Fortalece los huesos, previniendo enfermedades musculoesqueléticas
  • Mantener el desarrollo neuronal, ayuda a la función cognitiva
  • Incrementar la absorción del calcio y fósforo en el intestino
  • Mantener la función muscular correcta, esto reduce el riesgo de sufrir caída, sobre todo en hombres y mujeres mayores de 60 años
  • Mantener el buen funcionamiento del sistema respiratorio, ayuda al organismo a combatir las infecciones respiratorias agudas
  • Fortalecer el sistema inmunológico, ayuda a prevenir enfermedades respiratorias, además de presentar beneficios en combatir aflicciones de la piel
  • División celular normal (se cree que ayuda a prevenir el cáncer)
  • Controlar el azúcar en la sangre, (podría ayudar a prevenir enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión y esclerosis múltiple)
  • Tiene incidencia en el buen funcionamiento cardiovascular

FUENTES DE VITAMINA D

Existen tres fuentes para obtener vitamina D. La principal es el sol, cerca del 90% de la vitamina D requerida se obtiene al exponer la piel a los rayos UVB, sin embargo, hay varios factores que dificultan o incluso impiden lograr esta obtención. Por ejemplo condiciones climáticas adversas, estilos de vida poco expuestos al sol y enfermedades (padecimientos a la piel, enfermedades autoinmune), por tanto, se recomienda considerar la ingesta alimentaria como una fuente importante de esta vitamina. 

Los alimentos nos aportan solo de un 10% a un 20% de la vitamina D necesaria, y la lista de opciones es limitada.

Entre los alimentos que contienen esta vitamina encontramos los pescados grasos (salmón, atún, sardina, caballa), mariscos (ostras), mantequilla, quesos amarillos, huevos y lácteos.

La tercera fuente de vitamina D, es a través de suplementos que como bien lo dice su nombre, suple el déficit o insuficiencia de vitamina D que no se puede alcanzar por los otros dos medios. Aunque, la recomendación siempre es consultar con un especialista, con el fin de tener un diagnóstico certero antes de comenzar a consumir un suplemento de vitamina D.

¿POR QUÉ SE LE CONOCE COMO LA HORMONA DE LA FELICIDAD?

Según un estudio internacional dirigido por la Universidad de Georgia (EE UU), el déficit de vitamina D, no solo afecta a la salud física –en especial a los huesos–, sino también a nuestro estado de ánimo.

Como explican en la publicación especializada Medical Hypoteses, los expertos ven una correlación clara entre los bajos niveles de vitamina D y el llamado trastorno afectivo estacional, bajones anímicos que se producen en otoño e invierno y afectan hasta al 10% de la población. Quien lo sufre tiene los mismos síntomas cada año y en la misma época, cuando las horas de luz se acortan.

Por ejemplo, múltiples estudios –los responsables del informe han revisado más de cien– demuestran que hay un desfase de unas ocho semanas entre el pico de intensidad de radiación ultravioleta y el comienzo del trastorno afectivo estacional. Y ese precisamente es el tiempo que tarda el cuerpo en procesar la vitamina D. Los científicos, además, saben que esa sustancia interviene en la síntesis de los neurotransmisores dopamina y la serotonina, cuyos bajos niveles están vinculados a la depresión.

Como siempre, los alimentos que consumimos y nuestro estilo de vida tienen un efecto directo en nuestra salud. No se trata sólo de tomar una cápsula y esperar a que todo se resuelva, tenemos que tratar de mejorar nuestra calidad de vida paso a paso, sin promesas irreales, pero con la convicción de avanzar hacia una mejor forma de vivir. 

Un abrazo y que tengan una gran semana!!